03/05/08

Cabello largo.

Mi pelo se va. Lo estoy dejando en el cepillo de todas formas. Como un gato, toda mi habitación está llena de pelo, y quisiera que, al menos por ahora, la mayor parte no fuera mío.

Hace muchos meses, decidí hacer todas las cosas que siempre había querido hacer, antes de que fuera (muy) tarde. Entre esas cosas estaba dejarme crecer el pelo. Nunca lo hice de adolescente. Mis impulsos rebeldes estaban más encaminados por la vía intelectual. Escribímos poemas, pasamos las noches tirados en el zacate del parque, inventando el futuro y el pasado. Jugamos Calabozos y Dragones mientras el resto del mundo dormía.

Pero nunca me dejé crecer el pelo. No tengo tatuajes, ni me puse aretes en el cuerpo. Mi rebeldía se limitó a destruir paradigmas y no mi cuerpo.

Así que lo hice. Cultivé una rizada mata de pelo, ocasionalmente regada con champú y acondicionadores.

Pero ya no me va. Mi estilo de vida ha cambiado una vez más.

Me levanto a las 8 de la mañana, me doy un baño, y a trabajar. Regreso a casa 12 horas después, me doy otro baño, y salgo a socializar. Paso el día con el pelo recogido, ¿para que tenerlo largo entonces?

Ya no paso 8 horas al día sentado en una oficina. necesito cambiar a algo que vaya con una vida más activa. Además, necesito simplificar. Estoy cansado de gastar tiempo desenredándome el cabello todos, todos, los días.

Así que la desición está tomada. El cabello se va. Esperen fotos.

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